La clave para obtener unos buenos áridos es la existencia de un macizo rocoso de especial compacidad y suficiente homogeneidad como para garantizar la calidad de los áridos en el tiempo. La combinación de este fundamento básico con unas adecuadas instalaciones de procesado y la aplicación de buenas prácticas mineras en la producción transporte y ensilado de los áridos permiten ofrecer una gama de granulometrías en excelente condiciones de uso y comportamiento.

Los bancos son planificados mediante perforaciones precisas para la ejecución con explosivo de voladuras controladas que garantizan la correcta fragmentación de la roca y el desplazamiento adecuado de la masa volada para generar unas condiciones idóneas para los equipos de carga y transporte.

Los equipos de transporte descargan la piedra en la tolva de entrada de las machacadoras, que trituran la piedra. La piedra triturada es conducida mediante un sistema de cintas transportadoras hasta las cribas de clasificación que separan cada granulometría en silos diferenciados. La celosa vigilancia del corrector estado de los paños de las cribas y los continuos ensayos de calidad del producto a los que se someten las instalaciones, permite que el material que llena los silos cumpla con las exigencias normativas aplicables a nuestros productos en función de sus posibles usos, bien sea en hormigones, asfaltados o capas granulares.

Desde los silos y acopios de la cantera, los materiales son cargados en los camiones que vienen a solicitar nuestros productos. En todas nuestras canteras, se dispone de accesos adecuados para todo tipo de camiones y de protocolos de carga que permitan minimizar los tiempos de estancia de los camiones externos en nuestras instalaciones.